PESO DE LA MOCHILA (1/8)
Una de las habilidades más importantes para poder caminar varios días seguidos por la naturaleza sin apoyo logístico alguno es saber cómo llenar la mochila, es decir, llevar exactamente lo que necesitas para lograr tus objetivos, cuales quiera que sean, y dejar todo lo demás en casa o en el coche.
Los objetivos personales varían mucho entre los mochileros. Estoy seguro que todos compartimos
un profundo aprecio por la naturaleza y las plantas y animales que viven en ella, que todos
queremos regresar a casa sanos y salvos, que no nos amedrentamos ante los riesgos de estar varios
días lejos de la civilización, y que tampoco nos desalienta el esfuerzo físico que implica caminar durante mucho tiempo
con peso a la espalda. Pero ahí es donde acaban las similitudes. Algunos individuos
buscan un lugar de acampada lo más cómodo posible para relajarse con los amigos o la
familia, para otros lo más importante es la camaradería que encuentran con otros montañeros a los que
nunca han visto antes, e incluso existen otros que persiguen esforzarse al máximo para alcanzar
algún record de velocidad o de resistencia. Al acampar, hay gente que lee mientras otros
pescan; algunos se relejan y otros hablan; yo trato de montar la tienda lo antes posible,
coger la cámara de fotos, y largarme en busca de buena luz, mientras otros caminan y caminan
todo el día hasta que no queda luz, entonces duermen, y al día siguiente están otra vez
en el camino antes del amanecer.
Yo he visto a gente que lleva alegremente a sus espaldas una carga más adecuada para un elefante con el objetivo de luego poder comer, dormir, y entretenerse como si estuviesen en su casa. También he visto a otros que sacrifican cualquier tipo de comfort para ir lo más ligeros posible y poder andar muchísimos kilómetros al día. Y de todo entre medias. Todas las estrategias son buenas siempre que te permitan cumplir con tus objetivos. Pero llevar más peso del que debes no tiene ningún sentido; conlleva más esfuerzo y más tiempo para llegar a cualquier parte, uno está más cansado y con menos capacidad de disfrutar de lo que vino a hacer en primer lugar, y además los kilos extras generan estrés en músculos y articulaciones. Nadie añade peso muerto a su mochila por diversión. Como todo buen mochilero sabe, hay que llevar sólo lo que necesitas y absolutamente nada más. Fácil de decir, no tanto de cumplir. Como todo en la vida, esto es una habilidad más que se va puliendo con el tiempo. Simplemente hay que prestar atención y aprender de la experiencia.
Así que se trata de minimizar
peso. Una vez leí que una buena estrategia para ello era pesarlo todo y escribirlo en
un papel, ya que de esta forma es más fácil separar lo esencial de lo superfluo. No es
una tarea desdeñable, pero yo la he hecho y merece la pena. Algo que siempre llevas encima
y nunca utilizas rápidamente deja de ser algo viejo a lo que tienes cierto cariño para
convertirse en unos cuantos gramos en tu hoja de cálculo que deben ser eliminados.
El motivo principal por el cual hago largas caminatas en la naturaleza es que me permite alcanzar lugares y situaciones en las cuales me encuentro en paz conmigo mismo, completamente relajado, y muy contento con la belleza del entorno que me rodea. Viviendo el presente, y apreciándolo. Y mirar el mundo a través del objetivo de mi cámara es invaluable para mí, ya que cuando estoy buscando buenas composiciones persiguiendo a la luz es cuando más fácilmente logro esas sensaciones. En ellas veo, oigo, huelo, y noto detalles que de otra manera me pasan inadvertidos. Las horas pasan como minutos, se me olvida comer, y me encuentro a mí mismo. Porque esos momentos son lo que busco, son mi razón de ser. Así que la cámara se queda. Porque después de analizar los datos de abajo, cualquier lector llegará rápidamente a la conclusión de que el equipo de fotografía debería quedarse en casa. No sólo por su propio peso, sino porque ese peso extra empieza una reacción en cadena. Más peso implica una mochila más grande y robusta con una mejor suspensión para poder llevarlo, botas más pesadas para controlar la carga, más esfuerzo y por lo tanto más quema de calorías, así que más calorías que reemplazar que es lo mismo que más comida que equivale a más peso, y así podemos seguir un buen rato. Pero la cámara se queda.
En esta página muestro una lista de una excursión típica, que en mi caso se corresponde a una semana en Sierra Nevada (California, EE.UU.) al final de la primavera o mediados del otoño, cuando las temperaturas suelen ser agradables durante el día pero ligeramente bajo cero por la noche, y aunque el tiempo generalmente es seco, hay una buena probabilidad de encontrarte con agua o nieve durante 24 o 48 horas. Para cada excursión, y dependiendo de su duración y del pronóstico del tiempo, añado o elimino unos pocos artículos según corresponda, pero mi punto de partida casi siempre es el que muestro aquí.
He dividido todos los artículos que llevo conmigo en varias categorías: los fundamentales, la ropa que llevo puesta, la ropa que va en la mochila, los accesorios, la comida, y el equipo de fotografía. También incluyo un último grupo llamado repuestos con artículos que generalmente no llevo conmigo pero que puedo añadir si las condiciones lo requieren. Cada categoría lleva a su propia página con una descripción detallada de todos los artículos que la componen.

Peso de cada Grupo (gramos) |
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6219 gr |
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4034 gr |
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2780 gr |
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1850 gr |
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5691 gr |
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A completar |
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N/A |
Fundamentales - Ropa Puesta - Ropa en Mochila - Accesorios - Fotografía - Comida - Otros