Descender a una garganta profunda te proporciona una intimidad, perspectiva, y comprensión de la profundidad, anchura, y pendiente del cañón completamente distinta de la que obtienes desde el borde. Desde el fondo de alguna forma las paredes son más altas y verticales y el río más poderoso. Es el fenómeno opuesto a lo que ocurre con las montañas, las cuales muchas veces no revelan su verdadero tamaño y dificultad hasta que uno intenta llegar a la cima. Con una diferencia. La perspectiva aumenta y las vistas se abren a medida que subes hacia un pico, alcanzando su máximo en la cima, desde donde puedes mirar hacia abajo con vistas de 360 grados sin obstrucciones. Lo contrario ocurre cuando desciendes un cañón; la perspectiva disminuye y las vistas se cierran a medida que bajas, mientras que las paredes cada vez son más altas. La sensación de claustrofobia e impotencia de estar tan abajo se puede considerar la opuesta a la euforia de alcanzar una cima.

En ningún otro lugar he experimentado esas sensaciones en mayor medida que en el Gran Cañón del Río Colorado. No es la garganta más profunda, estrecha, o vertical en la que he estado, pero la sensación de lejanía que sientes en el fondo no tiene parangón. Te sientes tan alejado del borde del cañón situado kilómetro y medio sobre tu cabeza que bien podría estar situado a mil kilómetros de distancia en vez de a unos pocos. Ahí abajo es un mundo completamente diferente: más caliente, más salvaje, más silencioso. Y muy complicado de fotografiar, especialmente si no hay nubes. El contraste entre el cielo y las paredes de arenisca al sol con las sombras del fondo de la garganta es demasiado para el sensor de la cámara, y es muy difícil encontrar una composición que logre con éxito proporcionar una perspectiva del cañón desde el nivel del río superando los obstáculos técnicos. He elegido esta foto, tomada poco después del amanecer, porque en mi opinión muestra correctamente la vegetación desértica que crece entre la arena y las rocas depositadas por el río, así como el contraste entre el río y las paredes verticales de la garganta interior, y también proporciona una perspectiva de los monolitos al sol que suben y suben hasta alcanzar el nivel de los bordes del cañón.

"Ningún país de la Tierra puede ser más agreste y desolado que éste; desde el mar hasta tan lejos tierra adentro como puede llegar la vista, no se divisa nada más que las cumbres de estas montañas rocosas, que parecen estar tan juntas como para no admitir ningún valle entre ellas." Capitán James Cook (a cerca de Nueva Zelanda)

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