/// Wild Tracks - Landscape Photography by Eduardo Gallo

WILD TRACKS

Pasión por la Fotografía de Paisajes

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Monumento Nacional de los Dinosaurios, Colorado, EE.UU.

Septiembre 2010

Monumento Nacional de los Dinosaurios, Colorado, EE.UU.

Canon 5D MkII & EF 24-105mm f/4L IS USM, 1/250s f/8 ISO400 @32mm

Google Earth para esta foto
FRACTURA

Lo que me sucedió este día probablemente nunca me vuelva a ocurrir, o al menos así lo espero. Esa mañana, mientras cruzaba el pueblo de Vernal, en el noreste de Utah, noté una repentina vibración junto con mucho ruido proveniente de la parte de atrás del todoterreno que había alquilado el día anterior. Paré en el arcén para descubrir una gran estaca (del orden de 20 centímetros), como las que se usan en las tiendas de campaña, saliendo del neumático trasero izquierdo. La Diosa Fortuna en cierta manera vino a buscarme, ya que había un taller de neumáticos justo al otro lado de la calle, donde conseguí que me lo arreglaran un par de horas y un puñado de dólares más tarde, sin evitar preguntarme si era sólo una coincidencia que una estaca hubiera aparecido en mitad de la calle justo en frente del taller.

Aliviado por no haber perdido demasiado tiempo, proseguí con el plan original, conduciendo hacia Este y luego hacia el Norte bajo un aguacero hasta llegar al mirador de Harpers Corner dentro del Monumento Nacional de los Dinosaurios justo cuando el sol estaba reapareciendo tras las últimas nubes de la tormenta. Era mi primera vez aquí, y tenía altas expectativas, pero nada me podía haber preparado para el esplendor del lugar, que casi te sobrepasa. Uno se encuentra en lo alto de un enorme precipicio, con el Rio Green (Verde) justo debajo fluyendo alrededor de la imponente masa de Steamboat Rock (Roca del Barco de Vapor, dada a conocer por el Comandante John Wesley Powell en su histórica expedición de 1869), sintiéndose pequeño e insignificante comparado con la enormidad del lugar. Yo diría que radia algún tipo de "energía positiva", o al menos así lo parecía.

Habiéndome olvidado ya del pinchazo, procedí contento a descender por la empinada que no técnica pista hasta el río, donde tenía pensado pasar dos o tres noches en el Campamento Echo (también conocido como el Centro del Universo) explorando la zona de la unión entre los ríos Green y Yampa. Mi buen humor sin embargo no duró mucho, ya que cerca del final de la pista la historia se repitió. Ruido estridente, parada, maldición, y esta vez no era un pinchazo sino una plancha de metal haciendo un agujero de siete centímetros en el mismo neumático que antes. ¿Cuál es la probabilidad? El neumático estaba irreparable, con el vehículo fuertemente inclinado ya que no había aire dentro. Esta vez me tuve que manchar las manos (y todo lo demás), sacar el repuesto (de la mitad de tamaño del original) desde debajo del chasis, y usar el gato para levantar el monstruo de tres toneladas sobre la pista de arena. Exhausto y con la noche cayendo, me apresuré a conducir el resto del camino hasta el campamento sin saber que las sorpresas no se habían acabado todavía.

Aunque en la reserva había especificado que quería un vehículo 4WD (tracción a las cuatro ruedas), el que me dieron no tenía la segunda palanca de cambios, pero tenía AWD (tracción a todas las ruedas) estampado por todos los sitios. Le pregunté al encargado, el cual me explicó que AWD significa que el mecanismo de tracción a las cuatro ruedas está automáticamente controlado por un ordenador, que lo conecta sólo cuando es necesario, en vez de manualmente por el conductor. Lo que no mencionó fue que el espabilado ingeniero que lo programó consideraba una buena idea el desconectar el sistema si éste detecta algún tipo de anomalía, como por ejemplo que una rueda sea más pequeña que las otras. Así que si usted se encuentra usando la rueda de repuesto en uno de los sitios más aislados e inaccesibles de los Estados Unidos, con millas y millas de barro, rocas, y cuestas hasta llegar a la carretera asfaltada más cercana, asegúrese de que verdaderamente tiene tracción a las cuatro ruedas en vez de sólo dos con un montón de maquinaria inútil y una luz "AWD desconectado" parpadeando en el salpicadero. Como no podía divertirme al día siguiente sin saber si iba a ser capaz de salir de allí o no, después del almuerzo decidí acortar mi estancia e intentarlo, teniendo la suerte de llegar al mismo taller de neumáticos que el día anterior sin demasiados problemas.

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