Las Montañas Blancas se encuentran en la frontera entre California y Nevada, elevándose más de tres mil metros sobre el desierto que las rodea. Situadas viento abajo de la ligeramente más alta pero mucho más famosa Sierra Nevada, las Montañas Blancas reciben muy poca precipitación. Son áridas, inhóspitas, y sujetas a condiciones extremas tanto de sequedad como de frío, pero es aquí, en este severo ambiente, donde prosperan algunos de los árboles más extraordinarios y longevos de la Tierra: los pinos de piñas espinosas¹.

Estos pinos no destacan por su tamaño, ya que pocos superan los diez metros de altura. Sin embargo, cautivan con sus robustos troncos retorcidos, ramas llenas de nudos, y madera de tono dorado. Aferrados a laderas empinadas, secas, y rocosas, estos árboles son unos ejemplos impresionantes de frugalidad, resistencia, y tenacidad. Los pinos de piñas espinosas crecen muy despacio, a menudo menos de dos centímetros de diámetro cada cien años. Esculpidos durante siglos por el viento, las tormentas de hielo y de arena, y a veces incluso el fuego, muchos desarrollan formas únicas y exquisitas.

Estos pinos exhiben un grupo de adaptaciones que los permiten no sólo sobrevivir, sino incluso prosperar, en un ambiente tan severo. Incapaces de tolerar la competencia de otras plantas, prefieren los suelos de dolomita áridos y alcalinos, como los de estas montañas, donde prácticamente ninguna otra especie puede sobrevivir. Sus raíces poco profundas también se adaptan perfectamente a estos terrenos poco nutritivos. Ello implica un crecimiento muy lento, lo cual es un componente indispensable en la elevada longevidad de estos árboles.

Allí donde las condiciones son más restrictivas y adversas, los pinos de piñas espinosas tienden a vivir más tiempo. Aquellos árboles que están más privados de humedad y nutrientes producen una madera que es más densa y resinosa, y por lo tanto más resistente a las enfermedades, los hongos, y los insectos. Los especímenes situados en laderas expuestas y secas generalmente sobreviven más de 2000 años, mientras aquellos que crecen en zonas más protegidas tienden a vivir una media de 1200 años. Incluso cuando la mayor parte de uno de estos árboles está muerta, una pequeña parte puede continuar creciendo, obteniendo su sustento de una mera tira de tejido vivo. La madera de los árboles muertos, tal como el de la imagen, permanece intacta durante miles de años debido a una estructura celular muy compacta conservada con abundante resina.

Estos árboles son muy pintorescos y relativamente fáciles de fotografiar en luz suave justo antes y justo después tanto del anochecer como del amanecer. La parte más difícil, de largo, es llegar allí. La pista de tierra y piedras es larga, dura con la mecánica de tu vehículo, y llena de curvas². La acampada está prohibida en la reserva que rodea a los árboles, lo que deja a la mayoría de la gente con al menos noventa minutos de conducción en la oscuridad hasta la zona de acampada más cercana, y sesenta minutos extras si se quiere dormir bajo techo. La única alternativa posible, que es obviamente la que yo tomé, es dormir todavía más alto pasados los límites de la reserva. Eso te deja con unos sueños muy fríos y ventosos, junto con una vista increíblemente nítida de las estrellas. Me levanté pronto y alcancé los árboles que crecen a mayor altura al menos treinta minutos antes del amanecer. Estuve sacando fotos sin parar de temblar hasta que el sol apareció por el horizonte uno o dos minutos antes de que tomara la fotografía que se ve arriba, y entonces pude empezar a entrar en calor. En mi caminata de regreso al coche, no mucho después, ya no tenía suficientes manos para sujetar el plumas, el forro polar, los guantes, los pantalones de invierno, el gorro, etc. En fin, que no envidio a estos pinos.

¹El organismo más viejo en continuo crecimiento del mundo es un pino de piñas espinosas de 4700 años de antigüedad que vive en las Montañas Blancas.

²Siguiendo con la tradición, de nuevo tuve el placer de rasgar la rueda en mi viaje de regreso.

"Sólo estaba cambiando de universidad. Desde la Universidad de Wisconsin a la Universidad de lo Salvaje." John Muir

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